Mucho espacio, un entorno muy bonito, y todo muy confortable.
Muebles de verdad, no como algunos que tienen cosas muy bonitas de IKEA pero luego son súper incómodas.
Hemos estado un grupo de 14 , un equipo de baloncesto al completo, y hemos estado muy agusto. Bien para cocinar, para relajarnos, poner música, muy bien la zona de la piscina y genial el porche para tomar algo cómodamente.
El dueño nos dejó la nevera llena de cervezas frías cuando llegamos.
Las cosas como son... y como no somos ni arquitectos ni interioristas, y lo que queríamos era estar agusto y a nuestro aire. Y en eso, un 10.