Pilar fue una anfitriona encantadora, se adaptó totalmente a nuestros horarios y el último día nos dejó más tiempo ya que ese día no tenía alquilada la casa. Además, veníamos de muy lejos y nos recomendó un almacén para comprar las bebidas a muy buen precio y ella quedó con ellos para recibir el pedido y meter las bebidas en la nevera para cuando llegáramos al día siguiente ya tuviéramos las bebidas frías. Fue un encanto.
La casa espectacular, muy amplia (tanto por dentro como por fuera la piscina y el porche), espaciosa y muy bonita. Ideal para grupos grandes
Pasamos un fin de semana bastante bueno
Recomendable 100%