Alojamiento en un entorno precioso, muy cerca de las cuevas de Urdax y Mugarramurdi y de la frontera con Francia.
Los dueños son muy atentos y te hacen recomendaciones de que ir a ver, te recomiendan restaurantes (intentar reservar siempre) lo cual te ahorra muchos quebraderos de cabeza, vas a tiro hecho. La zona es increíble, sobre todo en otoño.
En cuanto a la casa, esta muy bien situada para moverte por la zona. Está limpísima, no le falta de nada, tanto en la cocina como en las habitaciones y baño. Las camas muy cómodas, amplios armarios, la cocina tiene de todo, cubertería, cafetera, cacerolas, sartenes... Tiene televisión y WIFI, encima es preciosa, por dentro y por fuera.
En fin, que así da gusto, repetiremos y la recomendaremos.