No tenemos palabras suficientes para describir el cuanto nos ha encantado el piso, su ubicación, decoración y la amabilidad y encanto de los dueños Mari y Jose Miguel.
El piso está en el casco antiguo de Logroño, cerca de bares y restaurantes. Al llegar, los dos nos han dejado mapas, instrucciones y recomendaciones de lo que podríamos hacer, incluso llevando en consideración que llevábamos nuestra perrita. Han reformado el piso y decorado con un gusto impecable. La cama es súper cómoda, la ducha riquísima y han tenido la cortesía de dejarnos una botella de vino.
Nos hemos sentido como en casa. Lo recomendamos 100%. Resérvalo ya!