Hemos estado muy a gusto con nuestros hijos de 5 y 8 años, el camino hasta llegar, aunque bonito, tiene muchas curvas, pero luego una casa muy colorida, unas vistas maravillosas, una piscina muy apetecible, un trato muy bueno en especial hacia nuestros hijos (dieron de comer a las gallinas, cogieron lechugas, se hicieron amigos del perro, piscina a todas horas, paseos por el campo en libertad...el paraíso!mis hijos se Querían quedar a vivir!). Lo único que echamos de menos algunos ratos fue la televisión (en nuestra casa no había) y que no entrara luz por la mañana en algunas habitaciones, Al haber sólo cortinas, pero camas cómodas, casa fresquita, todo muy rústico y limpio y desde luego ideal para desconectar del mundo! Muchas gracias Jose y equipo!