Fuimos en familia con una niña de 3 años, nos hizo muy mal tiempo y un par de días apenas pudimos salir, pero como llevamos juguetes, en el hall que había en la cocina jugamos encantados viendo llover con la gran cristalera. Un pequeño piso pero con todo lo necesario, muy bien equipado. La dueña un encanto, muy atenta y amable. Tiene parking que por esa zona es muy de agradecer, hay supermercados a 6 minutos en coche, fuimos también al cine, pese a ser en francés como eran de dibujos nos entretuvo también.