Pasamos una semana en casa de Anna y Jorge y no podemos estar más contentos. Son majísimos, atentos y generosos (nos regalaron verduras excelentes de su huerta!). La casa es una pasada (anexa a una iglesia antigua, limpia, con buenas camas, lavavajillas, jardín, barbacoa...), y está en un entorno precioso, alejada del ruido y rodeada de bosques de ensueño. Soy aficionado al ciclismo y Jorge me recomendó varias rutas que disfruté muchísimo. Incluso me dejé algunas cosas que me enviaron sin que yo tuviera que pedírselas. Si estás buscando pasar unos días en la Garrotxa te recomiendo que te quedes en la Rectoría.